EL MOLINAR –
El Molinar, una aldea donde el tiempo parece haberse detenido, recibe su nombre de la actividad de moler trigo realizada por los habitantes de las localidades cercanas. En este rincón, un molino hidráulico impulsado por el río Palancia marcaba el ritmo de la vida. El entorno, inmerso en la naturaleza, alberga carrascas y pinos negros, enriqueciendo el patrimonio natural de la Sierra del Toro.
En su apogeo, El Molinar contó con hasta doce familias, una escuela, y se sustentaba con una fructífera huerta y una ganadería familiar. Sin embargo, a partir de la década de los años sesenta, la mayoría de sus habitantes emigró, marcando un cambio significativo en la dinámica de la aldea.
El proceso de mediación para preservar las historias de este lugar resulta fascinante y altamente educativo. Los participantes no solo comparten con nosotros, sino también con sus familias, los recuerdos de esta encantadora aldea. En las entrevistas, se percibe la autenticidad de las personas al relatar la vida en El Molinar, El Toro y sus alrededores, destacando tiempos difíciles de trabajo arduo y condiciones climáticas adversas, pero también resaltando cómo superaron los desafíos juntos.
Desde INTERIORS, reconocemos y agradecemos el esfuerzo de los protagonistas por compartir este fragmento histórico, que se presenta como un tesoro para promover un turismo consciente en El Toro. Personajes como Teresa Lázaro, oriunda de El Molinar, Miguel Lázaro, quien llegó siendo niño, y Yolanda Adrián, hija de José Adrián, nos brindan una perspectiva valiosa de la vida en la aldea, enriqueciendo nuestra comprensión de este lugar tan singular.
ARTISTA///
NÚRIA GARCIA
Núria García, originaria de Castellón, se formó y desarrolló su carrera artística en Barcelona, donde completó su educación musical en el Taller de Músicos Escuela Superior de Estudios Musicales. Durante su trayectoria, ha residido en Tenerife y ha actuado en reconocidos locales de música, como Kulana Beach, Hard Rock Hotel, Monkey, y Papagayo, entre otros. En un esfuerzo por continuar su exploración artística, Núria pasó una semana en residencia artística y creación en la emblemática casa Batlló de Barcelona durante el periodo de la pandemia, utilizando este entorno único como inspiración para componer y crear nueva música.
En la actualidad, la artista se aventura en una nueva fase en Ibiza, con el objetivo de consolidar su perfil como violinista y productora de música electrónica. A pesar de la aparente disparidad de estas disciplinas, Núria García demuestra su gran sensibilidad y carisma al fusionarlas, creando un ambiente sonoro perfecto e inimitable. Su estilo imponente logra una conexión fluida entre la energía vibrante de los ritmos electrónicos y las cautivadoras vibraciones de sus potentes bajos, cálidos sintetizadores y el toque delicado y conmovedor de su violín eléctrico. En 2024, tiene previsto lanzar un EP de cuatro canciones como parte de su proyecto musical.